Y cuando el mundo enmudece...
Fotografía de Martín Gallego
En 1997 un día de noviembre en el que supe que murió Michael Hutchence el vocalista de inxs, estaba como loco pensando en la noche en que había invitado a una fiesta a ella, el amor de mi adolescencia, preciosa a mis ojos, tremenda en sus formas y gestos, tan desconocida como deliciosamente atrayente.
Esa noche la pase a buscar a casa, la brisa de la primavera hacia que esa noche fuera hermosa, el ser pendejo daba permiso a la ilusión en mis ojos ella era mayor a mi ya iba en cuarto, ya pronto tal vez se iría a la universidad, pronto abriría sus brazos a la libertad, y era así como aprendí a quererla….
Esa noche la fiesta fue genial, mis ojos atinaban solo a mirarla de repente, me sentía feliz de solo saber que estaba al frente mío, sentir que ese momento lo estaba viviendo conmigo era sublime.
Después de la fiesta nos fuimos caminando de la mano, hasta el bar de Zapata, nos caímos en el alcohol, la música en vivo causaba la exquisita sensación de escucharla por primera vez, todo era magia, la adolescencia da la exquisita sensación de una visual amplificada y hermosamente nublada que me hacia saborear mi historia mejor que la miel, poesía existía en cada instante, los sueños de algo maravilloso, y esos labios que no paraban de sonreírme.
Termine a las 11 porque no quise volver a casa de noche, no quería cerrar la página, de día era menos probable que ella fuera solo un sueño.
Gracias totales por los buenos deseos
Comentarios
Esos amores platónicos son tan dolorosos como bellos y se recuerdan siempre. En mi caso, nunca pude concretar, mi miedo al rechazo era más fuerte que cualquier esperanza que pudiera abrazar. No me atreví a invitar o a insistir jamás, porque el que me dijeran que no me hacía retraerme como los caracoles.
Envidio sanamente tu valentía para invitarla y en serio que disfruté tu relato. Si yo me hubiese atrevido, quizás mi poema hubiera sido otro...
Saludos desde el otro lado.
Listo para el concierto????
Besos